Aún tuvieron tiempo de intercambiar ataques ambos equipos, pero el asunto terminó con un golpe en las manos de Moskvichyov.
Suena la bocina final
¿Qué momentos no se olvidan de ambas equipos! Y los milagros son obra de Moscvichyov y Lunyov
Y el iraní de Orenburg sigue en el campo