Casi de inmediato sonó el silbato final.
Hemos visto un partido complicado, en el que hubo más manifestaciones de carácter que de fútbol.
Los dínamos bien podrían reclamar la victoria, pero la acumulación de anfitriones en los minutos compensados del encuentro no funcionó.
Sin embargo, para resumir, este resultado no puede llamarse injusto, a juzgar por los cien minutos del duelo pasado en Voronezh.
Es una pena, ¡pero sigamos adelante!
Seis minutos más para jugar.